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Un momento macroeconómico peligroso

ITHACA – La economía mundial está pasando por un momento peligroso, a medida que una inflación tercamente alta, las quiebras de bancos y las tensiones geopolíticas amenazan con descarrilar el crecimiento. En unos cuantos países la situación es más positiva, como China y la India, en donde se proyecta un crecimiento de 5% y 6,5% para este año, respectivamente. Como lo demuestra la última actualización de los Índices de Seguimiento de la Recuperación Económica Global (TIGER, por sus siglas en inglés) de Brookings-Financial Times, la proliferación de riesgos y el endurecimiento de las condiciones financieras se están reflejando en la confianza y la inversión de empresas y consumidores.

En la mayoría de las economías la inflación parece haber llegado a su máximo, tras la flexibilización de las limitaciones al suministro, el debilitamiento de la demanda y la desaparición de algunos factores transitorios, como el alza en los precios de la energía del año pasado. Aun así, la persistencia de índices inflacionarios por sobre los objetivos dejó a muchos bancos centrales con poco espacio, excepto continuar poniendo restricciones, aunque con menos dinamismo que antes. En algunas economías avanzadas, incluidos los Estados Unidos, las complicaciones en el sector bancario han socavado la confianza del sector privado y podrían entorpecer el crecimiento más allá de este año si las acompañan condiciones financieras más restrictivas.

La economía estadounidense sigue mostrando una sorprendente resiliencia a pesar de numerosos vientos en contra, con un nivel de empleo y una demanda de los consumidores que todavía crece con solidez. Sin embargo, el colapso del Silicon Valley Bank y el Signature Bank el pasado mes presagia más problemas en el futuro. Incluso si las autoridades se las arreglan para evitar los riesgos sistémicos, puede que resulte afectada la ya debilitada confianza de los consumidores y las empresas. En momentos en que las expectativas inflacionarias están reduciéndose, no se puede descartar un aterrizaje “blando”, pero eso depende de cuán rápido la Reserva Federal intente empujar la inflación hacia el objetivo establecido, al tiempo que busca limitar más daños al sector financiero. Además, la inminente confrontación sobre el techo de la deuda federal podría perturbar los mercados mundiales y afectar adversamente el crecimiento.

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