Facial recognition program Ian Waldie/Getty Images

La ilusión de la libertad en la era digital

LONDRES – A lo largo de las últimas semanas, los medios de comunicación de todo el mundo se han visto saturados con artículos sobre cómo la tecnología está destruyendo la política. En autocracias como China, el temor es a estados tipo Gran Hermano con enormes poderes, como el que describe George Orwell en 1984. En democracias como los Estados Unidos, la preocupación es que las empresas tecnológicas sigan exacerbando la polarización política y social al facilitar la propagación de la desinformación y crear “burbujas filtros” ideológicas, dando origen a algo similar a Un mundo feliz de Aldous Huxley.

De hecho, al causar una convergencia entre democracia y dictadura, las nuevas tecnologías vuelven imposibles a estas dos visiones distópicas, pero eso no significa que no haya nada que temer.

Gran parte de la cobertura del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCC) se centró en la consolidación del poder del Presidente Xi Jinping. Los observadores advierten que está creando una dictadura de la era de la información, en que las tecnologías que alguna vez se esperó que trajeran libertad a los 1,4 mil millones de ciudadanos chinos le han permitido afianzar su propia autoridad. Al dar al gobierno información muy detallada sobre las necesidades, sentimientos y aspiraciones de los chinos comunes y corrientes, la Internet permite a los líderes de ese país adelantarse al descontento. En otras palabras, usan el Big Data en lugar de la fuerza bruta para asegurar la estabilidad.

https://prosyn.org/F96wmRjes